25/04/2022
Ante la creciente indignación de la mayoría de peruanos por los últimos casos de niños y niñas que son víctimas de violación, y en muchos casos terminan siendo asesinados por depravados sexuales, el alcalde de San Juan de Lurigancho, Álex Gonzáles, se sumó a la marcha
convocada por el Frente de Defensa de la Familia, colectivo conformado por miles de padres y madres de familia provenientes de diversos distritos de todo Lima. Los manifestantes recorrieron la Plaza San Martín, y las avenidas Nicolás de Piérola y Abancay, para hacer escuchar su voz, exigiendo la pena de muerte para los violadores sexuales.
De esta manera, la principal autoridad de San Juan de Lurigancho formó parte de esta marcha multitudinaria que se inició en el Parque Universitario del Centro de Lima, para luego llegar hasta las inmediaciones del Congreso de la República, a fin de pedirle a las autoridades que se imponga la pena de muerte a los abusadores sexuales de niños, niñas y mujeres.
El pueblo de Lima, y de todo el Perú, tiene un clamor: es hora de salirnos del Pacto de San José.
No debemos permitir que los violadores sean premiados dándoles casa y alimento. Al violador que lo encuentren en flagrancia afectando la vida de una criatura, solo merece la pena de muerte, señaló el burgomaestre.
Cabe recordar que un estudio encargado por el Ministerio de Educación demostró que el acceso a la justicia para las menores que sufren violencia sexual es complicado. Según el informe, las víctimas están expuestas a sus agresores en todas las instancias de su vida: en la escuela -el maestro suele ser agresor-, en la casa o en el barrio, cuando los padres salen a trabajar.
Según datos recientes del Ministerio de la Mujer, de 3 123 casos de violación sexual atendidos este año en los Centros de Emergencia Mujer (CEM), el 46,7% correspondió a adolescentes de 12 a 17 años y el 25% a niñas de 6 a 11 años.
En el 2020, los Centros de Emergencia Mujer atendieron 18 439 casos, de los cuales 51 han sido por violencia económica, 2 693 por violencia sexual, 7 277 por violencia psicológica y 8 418 por violencia física. Si tenemos en cuenta que su alcance ha sido limitado, las cifras de mujeres y niñas que sufren de violencia en sus hogares son sumamente preocupantes.
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